lunes, 18 de marzo de 2013

La Virgen de la Soledad en la fe Católica

Tras el segundo día del antiguo y solemne septenario consagrado a Nuestra Señora de los Dolores, que comenzó el pasado sábado V de Cuaresma, día 16 de marzo, tuvo lugar la presentación de un cuaderno bajo el título La Virgen de la Soledad en la fe católica, que contiene los sermones del septenario de 2012 pronunciados por el canónigo y archivero histórico diocesano, párroco de Santiago El Mayor Apóstol y Director Espiritual de la Hermandad de los Dolores, Rvdo. Francisco José Escámez Mañas. La presentación corrió a cargo del hermano de la corporación, el profesor Baltasar González Pascual que con brillante y sencilla oratoria emocionó más que nadie a su amigo y Director Espiritual Francisco Escámez, a cuya costa se ha llevado a cabo la edición que se podrá adquirir por una limosna de 3,00 € por ejemplar destinada al noble propósito de la restauración de la techumbre de la capilla de Santa Lucía, donde recibe culto la devotísima imagen de la Virgen de los Dolores. Tras la intervención de Baltasar González tomó la palabra el sacerdote Ignacio López Román, párroco de Jesucristo Redentor, administrador parroquial de la Santísima Trinidad, capellán de las Escuelas Cristianas de los HH. de La Salle y secretario del Instituto de Ciencias Religiosas, quien ensalzó las virtudes de la cercanía de su compañero en el sacerdocio y la profundidad mariológica del texto presentado. Nuestra felicitación a la Hermandad de la Soledad y muy especialmente al párroco Francisco José Escámez, un gesto más de su labor pastoral de servicio a la Hermandad y sus feligreses.

Pasar estos días por Santiago es un verdadero gozo espiritual y un ejemplo a seguir por muchos sacerdotes que tantos inconvenientes ponen para la celebración solemne de los cultos de nuestras Cofradías impidiendo ornatos, altares y ritos, cuando no relegando a un rincón a las Sagradas Imágenes como si de algo ajeno o un estorbo se tratara, y que no hacen sino ayudarnos a meditar y profundizar la pasión de Cristo y en los Dolores de la Santísima Virgen, y a embellecer los templos de sobremanera para atraer a los fieles quizás mas alejados y que menos los frecuentan, nadie mejor que el propio Escámez lo define en esta obra en su homilía del pasado Viernes de Pasión: Amadísimos hermanos, este altar, y el del Corpus, no se hacen en un rato. Requieren horas y horas: esfuerzos, sacrificios, gestiones, labor de equipo. ¿Porqué se toma esta gente este trabajo? ¿por vanidad personal o autocomplacencia? ¿Acaso por amor? Efectivamente, por amor de la Virgen se sacrifica uno por los hermanos, por la Iglesia, por la Cofradía. Por Amor de la Virgen, por honrarla, se esfuerza uno en rechazar el pecado, para andar en una vida digna del Evangelio.

La publicación cuenta con las licencias eclesiásticas oportunas, Nihil obstat de Francisco Alarcón Alarcón como censor  e Imprimatur del Vicario General Tomás Cano Rodrigo, la portada y contraportada corresponde al objetivo maestro de Guillermo Méndez Sánchez, mientras que la maquetación al buen hacer de Baltasar González Pascual.